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Pobre trovador

He aquí la historia del hombre que no supo escapar de una ideología funesta, era un poeta y con su guitarra a cuestas compuso canciones a l...

miércoles, 8 de febrero de 2017

SENDERO

Enorme el sigilo del Oscuro,
vaga por un sendero sembrado
de flores y garfios.
Mudo y mefistofelico rompe
ramas con su frente pálida.
Su llanto moja el follaje
plateado y canta y gime y lanza
escupitajos brillantes y
casi amanece cuando perlado
de rocío alcanza la paz
del sepulcro.

viernes, 3 de febrero de 2017

Motivación

Me siento agotado, y tú?
Cristie ríe de buena gana al verme desalentado y no dice nada.
Camina y se aleja, quedo sentado en el sendero , sudoroso, picado de mosquitos y aguantando el chirrido ensordecedor de las cigarras.
Ella se detiene.
Vamos Alfred, no te rindas - y hace una pausa ladeando la cabeza como para oir mejor.
El mar está cerca, escucho las rompientes de la playa del cable inglés.
Estoy desmadejado- respondo aprensivo- no tengo fuerzas para continuar, las llagas de los pies están en carne viva, ve tú hasta el faro y pidele ayuda al farero, es anciano pero tiene dos hijos fornidos que pueden rescatarme y llevarme en parihuela.
Te quedarás solo en medio del monte?
Nada me pasará mujer,  estamos en Cuba, no hay fieras ni serpientes venenosas.
Pero si hay fantasmas y eres muy supersticioso.
Cristie tiene razón, hago un esfuerzo sobrehumano y mordiendome los labios avanzo descalzo apoyado en su hombro.
Cantemos- propone ella y entonamos Dont Stop me now de Queen.
Media milla adelante nos refresca la brisa marina, lloro de felicidad y ella se rie de mi susceptibilidad.
Estoy avergonzado de ser más débil que una mujer.
Cristie lanza la carcajada.
Hey energúmeno machista, quién te dijo que somos débiles?
Perdona- le respondo avergonzado.
Esa noche cenamos en la casa del farero y descansamos en sábanas limpias.
Nunca más iré de aventura a través de ese tupido monte.
Si lo harás- responde ella desnuda entre mis brazos- las experiencias cuando se olvidan se repiten, así somos los humanos.
La beso en la nuca y apago la luz.

Zombie del mediodía

Soy zombie del mediodía, lento andar
bajo el sol abrazante,
Mal olor de mis harapos, ansío llegar
a un río y bebermelo
Un paso, dos pasos, cargo casi un siglo
en mis huesos oscuros
La brisa posada en mi sudor, sombra lejana, al otro lado del muro entre bambues va la mariposa monarca
con hambre y en busca de flor.
Soy zombie del mediodía, hijo del mundo
apocalíptico.

Tormenta

Llega la tormenta del pantano
trayendo olores asqueantes,
inflada viene desde el Este
y me sorprende sentado
en mi portal brillante.
Trae una lluvia temeraria
Impulsada por un viento ululante,
trae aves de sus marismas
y fantasmas que blasfeman,
amenazantes.
Llega la tormenta del pantano,
con la fuerza de cien elefantes,
arranca las tejas del tejado
y sigue su curso por caminos
distantes.