La mierda abunda en todas partes,
en la tierra y dentro del culo,
el pedo siempre la delata.
Tanto el pobre como el rico hiede
entre sus nalgas y defeca duro,
blandito o a chorros.
Pero hay humanos que creen
que cagan caudales y miran
a sus semejantes por encima
del hombro.
A ellos dedico este poema,
sucio, escatológico, para
que lo huelan y sepan que
aunque se pongan CHANEL,
y cenen CAVIAR, cargan
la misma peste de todos
los mortales.
Autor.Ernesto Ravelo
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