Música en el balcón, una pelota sucia rueda calle abajo,
la mirada la sigue y la cintura se contonea con el son.
La pelota se detiene casi en la esquina pero es pateada
con furia, vuela, rebota contra la pared carente de pintura,
cae en medio de la calle ,varios autos le pasan por encima.
Sale ilesa.
En todo ese tiempo la cintura se detuvo, un frío inexplicable
recorrió el cuerpo, el son se hizo triste.
La gente desfila presurosa ante la amenaza de lluvia,
la nariz la huele, es un olor a pavimento asado.
Una cortina brillante se desploma, el mundo queda desierto,
el agua es río corriendo por el borde de la acera,
la radio prosigue, la cintura es remolino y la pelota
navega sin rumbo diciendo adiós.
Autor;Ernesto Ravelo
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