El silencio y yo somos uno.
Fusionados somos dos silencios,
el ruido persiste pero imperceptible
en la quietud.
Humo somos en el verso fantasma,
bambus murmurando en el bosque
brumoso y habitado por pandas
tímidos.
Un Stradivarius nos sorprende
y el Trino del Diablo de Tartini
fluye en la tenue luz de un ocaso
de Diciembre.
El silencio y yo danzamos en las
fauces del Oscuro.
Desde la terraza contemplo un pedazo del mundo mientras bebo una taza de buen café y escribo poesía y comentarios para compartirlo con mis semejantes.
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lunes, 2 de enero de 2017
El silencio y yo
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