Persisto en el intento,
atrapo con un lazo de
luz al abejorro zumbante
y cabalgo sobre su velludo
lomo por un mar de flores.
Instante sublime en el jardín,
la fuente de agua, el viento
azul retozando con los colores
del paisaje.
Mirada al mundo a través de alas
transparentes, hechizo de la grandeza
de lo diminuto, suerte de viaje aéreo.
Desde la terraza contemplo un pedazo del mundo mientras bebo una taza de buen café y escribo poesía y comentarios para compartirlo con mis semejantes.
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lunes, 2 de enero de 2017
Viaje aéreo
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