Cuando niño fui un bully, crecí y me hice
un bully adolecente que le partía la cara
al más pinto.
De adulto he sido estibador, bisnero
y por último truck driver.
Odiaba la escuela y sus estupidos maestros,
amaba la marginalidad del barrio y su olor
a sangre y muerte.
Cuando niño fui un bully, hoy cuanto
lo lamento.
Pero tuve la suerte de descubrir a un poeta
emboscado en mi pecho rebelde.
Lo tomé de los cabellos y pude sacarlo a la
luz.
Cuando niño fui un bully y hoy
un cordero pastando en la pradera
y bebiendo las aguas azules de un lago
silencioso.
Atrás quedó el pasado,encinto de recuerdos,
y el tonto joven que creía que las cosas
se lograban con los puños.
En mi juventud fui un bully, cargado de rencor,
bebiendo alcohol en las esquinas, desafiando
el mundo y sus virtudes.
Fui un leproso con cascabel al cuello, dejando
la piel en cada paso.
Autor; Ernesto Ravelo
Dedicado a un amigo
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