Una mujer se muere lentamente,
donde está Dios? donde está Dios?
Una mujer que lo dio todo
sin pedir nada a cambio.
Sus pulmones se han fundido,
no puede respirar por si misma.
Donde está Dios? donde está Dios?
para decirle que ella no merece
esta muerte que la acecha.
No, mil veces no.
Lloran sus hijos, viven el horror
de su mirada, contemplan impotentes
el desgaste de sus labios, no pueden
escuchar su voz ni ver su sonrisa.
Donde está Dios?
Que venga y le diré de mi tristeza
porque agoniza quien debe vivir.
Autor; Ernesto Ravelo
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