La ola se acerca a su suicidio de orilla,
brama traída por el viento océanico,
sin importarle si su muerte es contra
acantilado o salvaje playa.
Transparente es su boca amarga,herida por proas
y peces.
Es cuna de albatros que rendidos por la travesía
se levantan sobre su lomo liquido
para avistar el posible cardumen.
La ola se acerca a la roca antigua, erizada
de dientes.
Cierra sus ojos de sal, se revienta toda
y su espuma huye tierra adentro posandose
en arbustos ralos.
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